Sophia, de 20 años, volvió para que la maltrataran de nuevo. Soportó sin problemas la brutal follada en la cara y el dolor la hizo apretar los dientes y gritar… pero al final fueron los incesantes azotes los que la llevaron al límite.
Sophia, de 20 años, volvió para que la maltrataran de nuevo. Soportó sin problemas la brutal follada en la cara y el dolor la hizo apretar los dientes y gritar… pero al final fueron los incesantes azotes los que la llevaron al límite.